Guía turística para una estancia relajada y memorable en Parador La Caracola

En el Parador La Caracola te invitamos a descubrir lo mejor de cada rincón de la costa. Con nuestra guía sabrás a qué playas ir, cuáles son los mejores restaurantes de mariscos, qué paseos realizar para enamorarte de los paisajes y qué rutas naturales hacer a tu propio ritmo. También te contamos dónde se reúnen los locales para ver una de las mejores puestas de sol del mundo. Y por supuesto, qué pequeñas tiendas visitar para llevarte un recuerdo único de este lugar.

Mejores playas para disfrutar del mar

Mejores playas

Alrededor del Parador La Caracola encuentras playas que realmente son un tesoro con arenas doradas y un mar super cristalino que te invita a pasar horas y horas al sol.

Dentro de las playas más reconocidas y recomendadas se encuentran la Playa Mansa, la cual es perfecta para nadar o caminar en la orilla del mar. También tienes la Playa Brava que es ideal para quienes son amantes del surf y de los deportes acuáticos. Además de ellas, durante toda la costa, encontrarás pequeños tramos a los que se puede ingresar caminando que son calas pequeñas que te dan bastante privacidad para disfrutar del mar y de la naturaleza.

Como ves, la experiencia en el mar no se limita a tirarse a tomar el sol, sino que te invita a practicar todo tipo de deportes como paddle surf, kayak o pesca, un deporte que le encanta a los locales.

¿Cómo disfrutar más de las playas en el Parador La Caracola?

Para disfrutar más de la playa, te recomendamos ir temprano para asegurarte un buen lugar y aprovechar mucho más la luz de la mañana. Si eres de los que les gusta ir a la playa a la tarde, entonces verás de los mejores atardeceres del lugar. Eso sí, llévate una manta porque siempre se levanta un poco de viento a última hora de la tarde. Es un momento ideal para llevar algo para picar y ver el cielo nocturno mientras tienes una bonita charla con amigos y escuchas las olas del mar.

Restaurantes de mariscos frescos

Restaurantes de mariscos

En cuanto a la gastronomía, el marisco es uno de los grandes atractivos de la zona junto con otras especialidades del mar como lo son pescados recién capturados. El producto local es el gran protagonista de los platos por su frescura y calidad.

En el propio Parador La Caracola podrás disfrutar de un ceviche a su punto, mejillones al vapor, langostinos a la plancha o pescado a la parrilla. Todo ello con acompañamiento de ensaladas frescas y vinos locales. Los chefs trabajan siempre con ingredientes de temporada y productos de la zona, lo que te permitirá descubrir nuevos sabores.

Alrededor del parador encontrarás otros restaurantes familiares en donde nuevamente la gastronomía marinera es la especialidad culinaria.

Algunos platos que no puedes perderte son:

  • Ceviche de corvina con lima y cilantro fresco.
  • Pulpo a la parrilla con papas rústicas.
  • Empanadas de marisco crujientes y aromáticas.
  • Postres caseros como flan de dulce de leche o tartas de frutas locales.

Paseos escénicos que enamoran

Dentro del entorno del parador encontrarás varias rutas y caminos que te invitan a dar paseos sin prisa alguna. Podrás pasear junto al mar, escuchar el sonido de las olas y relajar tu cuerpo conectando con la naturaleza.

Uno de los paseos recomendados en todo esto es el que bordea la costa y que te lleva hasta los miradores naturales. Desde allí es donde puedes observar las aves marinas y tener unas panorámicas únicas del lugar. También puedes aprovechar para hacer pequeños paseos entre las dunas y la vegetación natural, algo que hacen muchos lugareños por la mañana antes de desayunar.

Y por supuesto, las caminatas al amanecer o al atardecer te permitirán disfrutar de la costa y tener unas postales únicas para el recuerdo.

Dónde van los locales para ver el atardecer

Ver el atardecer

Una de las mejores experiencias a vivir en lo que respecta a visitar el Parador La Caracola es ver alguno de los atardeceres. Para ello, los locales se dirigen a puntos que son menos turísticos como muelles o incluso pequeñas rocas planas que encuentras en la playa. Los verás allí con su termo y mate o su copa de vino esperando a este momento mágico.

Otro de los lugares favoritos es un tramo de playa que se encuentra a muy pocos minutos del parador y que te permite ver la puesta de sol sin tantas multitudes.

La costumbre es llegar media hora antes del atardecer, elegir un buen sitio y esperar a que suceda lo maravillo de la naturaleza. Se suele esperar en silencio y se aplaude una vez que el sol se ha ocultado en el lugar, momento en el que sigue la celebración, sobre todo si es época de veraniega.

Senderos naturales cercanos

Los senderos naturales son puntos que te permiten conectar con la naturaleza y ver otra cosa más allá de la playa. Estas rutas suelen ser de dificultad baja y permiten incluso avistar fauna local.

Muy cerca del parador comienza uno de los senderos más conocidos que sigue una ruta circular y que combina algunos tramos junto al mar y otros en zonas verdes.

Para estos momentos, lo mejor es llevar calzado cómodo, agua y protector solar.

Pequeñas tiendas con encanto

Tiendas con encanto

Alrededor del Parador La Caracola vas a ver pequeñas tiendas y talleres artesanos que te ofrecen productos hechos a mano como cerámicas pintadas, joyerías e incluso conservas y productos locales.

Allí puedes encontrar algún recuerdo para llevarte contigo y ayudar a la economía local.

Algunos productos que puedes comprar en estas tiendas son:

  • Pulseras y collares con piedras y conchas de la zona.
  • Cerámica utilitaria con diseños inspirados en el mar.
  • Bolsos y mochilas de tela artesanal.
  • Mermeladas y aceites de producción local.

Consejos para una estancia relajada

Para aprovechar al máximo tus días en el Parador La Caracola te recomendamos planificar tus días con antelación en donde alternar la playa con la gastronomía y paseos turísticos. También reservar en aquellos restaurantes donde quieras comer ya que, según la época, suelen ser bastante demandados.

El entorno invita a vivir la magia y descubrir todo alrededor a un ritmo tranquilo, sin tanta prisa, por lo que es bueno que conectes con esa esencia. Y por supuesto, que te permitas conocer personas locales que te recomienden lugares y que te guíen en las costumbres de la zona.